Cuando la calidad auditiva es mala se deteriora la conducta de atención del escolar o del adulto. No basta oír bien si no se percibe y se comprende lo que se oye.
Si la audición no es buena, entonces no se procesa de forma correcta y tendremos una mala comprensión del mundo. El Sistema de Estimulación Neuro Auditivo (SENA) evalúa la calidad de audición trabajando a partir de los resultados de pruebas auditivas sobre agudeza, umbral de percepción, distorsión, discriminación, lateralidad, tiempo de respuesta y grado de seguridad en ella.
Se han descubierto numerosas anomalías de la audición:
- Procesamiento lento de lo que se oye.
- Percepción desagradable de sonidos agudos.
- Discriminación incorrecta de los problemas.
- Lateralización errónea o confusa.
- Hipersensibilidad en determinadas frecuencias.
Estas anomalías causan fallos de percepción y de lenguaje, pobre comprensión, déficit de atención, dificultad para el aprendizaje, sobre todo para las lenguas, la ortografía y la música, así como altibajos emocionales, apatía o depresiones.
Signos de alarma en la percepción auditiva:
- Anomalías en el lenguaje oral: le cuesta expresarse verbalmente.
- Problemas al pronunciar un sonido, una palabra o un determinado fonema.
- Necesita que le repitan las cosas varias veces.
- Problemas de concentración y atención en clase.
- Le molestan los gritos alrededor suyo y suele ponerse nervioso.
- En clase se despista con facilidad.
- Suele poner la música alta.
- Le cuesta aprender otros idiomas.
- No puede estudiar con la televisión o música alrededor.
SENA
Consta de 10 sesiones de audición de música y textos hablados en diferentes idiomas, seleccionada con criterios técnicos, y filtrada de tal modo que el cerebro escuche sonidos graves y agudos, fuertes y suaves con una alternancia continua para sorprenderle sin pausa y evitar su habituación.
Cada sesión tiene una duración de 45 minutos, al día. Al paciente se le realizan revisiones cada 3 meses.
Se recomienda evitar sitios ruidosos, no escuchar música con auriculares, no poner la televisión o la música alta después del tratamiento, para no deformar su audiograma ni ir perdiendo agudeza auditiva.
